El Monseñor Gualberti hace una profunda reflexión sobre el daño que causan muchos medios de comunicación a la sociedad al mostrar los casos de violencia, con sensacionalismo y morbosidad, sin embargo también tendría que ampliarse dicha reflexión a las noticias de orden político, que tanto en medios de comunicación y sobre todo en las redes sociales se presentan con total inquina, manipulación y en muchos casos con total falta a la verdad. El desprestigio de la actividad política y de todos los políticos es un verdadero deporte nacional. Todos sin excepción son ladrones, corruptos y sinvergüenzas y este tipo de generalizaciones le hacen mucho daño a la sociedad, porque de entrada condena una actividad humana, que como todas tiene sus luces y sombras y aleja a muchas personas de la actividad política, cuyo aporte podría ser fundamental. El desprestigio de la política y de los políticos de forma general y sin excepciones, solo favorece a los peores actores de la política, una muestra de ello es lo que ha ocurrido con el MAS, que en 14 años de gobierno no se canso de desprestigiar la política y a los partidos políticos, con el único fin de monopolizar la actividad política solamente para ellos. Es célebre aquellas declaraciones del ex Vicepresidente Álvaro García Linera, que reclamaba a los empresarios dedicarse solamente a sus negocios y dejar de hacer política, que para ello estaban ellos. Ahora a la distancia podemos ver, como es, cuando los hombres se alejan de la política y permiten que unos cuantos vividores la monopolicen. El supuesto gobierno de la reserva moral, ha sido el peor gobierno de la historia de nuestro país, no solamente no tenían moral ni ética para gestionar la administración del Estado, sino que el único proyecto que tenían, era un proyecto de eternización en el poder, cueste lo que cueste. Atte. Gustavo Blacutt Alcalá.
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