DEL DICHO AL HECHO
HAY MUCHO TRECHO
Por: Gustavo Blacutt Alcalá
El discurso
oficial del MAS en esta nueva etapa de gobierno es la de invocar al diálogo y a
la reconciliación, muchos analistas, periodistas y ciudadanos han ponderado
positivamente el discurso del vicepresidente y del propio presidente de buscar
puentes de apaciguamiento, para lograr la unidad de los bolivianos.
Lo mismo ha
sucedido en la posesión de ministros y viceministros, en el que todos sin excepción,
en sus discursos hacían sendos llamados a la interlocución, el debate democrático,
etc., sin embargo, no han pasado ni tres semanas de que el MAS está en el
gobierno y no han tenido la más mínima consideración en polarizar nuevamente el
ambiente político y lo hacen de la manera más maniquea y manipulada, como es la
querer rendir homenaje a las víctimas del pasado año, de un solo bando de la
contienda, a las víctimas de lo que ellos denominan “golpe de estado”,
olvidando por completo el fraude electoral, que motivo la renuncia de sus
principales impulsores y el advenimiento de un gobierno de transición.
Instrumentalizan
el aniversario de los luctuosos acontecimientos del pasado año, olvidando que
quienes salían a las calles a bloquear buscando el enfrentamiento al grito de “ahora
sí, guerra civil” eran ciudadanos pertenecientes al MAS, que fueron soliviantados
por Evo Morales y todo su entorno y que, de no ser por la policía y las fuerzas
armadas, probablemente se hubiera asaltado la planta engarrafadora de Senkata,
provocado tal vez uno de los acontecimientos más funestos de nuestra historia.
Quieren hacer un
homenaje a unas víctimas, olvidando a las otras, olvidando que unos vándalos quemaron
las casas de Casimira Lema y el Dr. Albarracín, olvidando que otros vándalos y
terroristas asaltaron e incendiaron más de 60 buses del Puma Katari, en el que
las víctimas son todos los paceños. Olvidando lo ocurrido en Montero, Santa
Cruz, Potosí, etc.
La historia
oficial, pretende contar una sola perspectiva, pero así no se construye el
diálogo, el mejor homenaje será que se investiguen todos los hechos de la
manera más objetiva posible y que una vez conocidos los resultados de esa
investigación se actué en consecuencia, reconociendo culpas y errores, en ambos
bandos, para que nunca más se vuelva a lo mismo.