El anuncio de Evo Morales de retirarse de la marcha ha desatado una tormenta mediática, cuyas repercusiones han resonado con fuerza en las redes sociales y en los medios de comunicación de todo el país. Apenas había transcurrido un día desde el inicio de la movilización, cuando Morales decidió dar un paso atrás, argumentando que su salida era necesaria para evitar que el gobierno satanizara o criminalizara la marcha, acusándola de buscar desestabilizar el mandato de Luis Arce. En sus palabras: “La marcha no es de Evo, la marcha es del pueblo. Por lo tanto, como se sataniza, penaliza y criminaliza a Evo, he decidido, después de esta jornada, retirarme”. Este anuncio ha provocado que muchos recuerden el pasado, reviviendo un sentimiento de traición y deslealtad que no es fácil de borrar de la memoria colectiva. Morales, una vez más, opta por retirarse en un momento crítico, en un gesto que muchos califican como una muestra de cobardía política. Los ecos de su huida a México en 20...