Una de las
incógnitas que más divide la opinión de los analistas, políticos y de la
ciudadanía en general es la real o supuesta división del MAS, por los insultos,
los bloqueos, el empantanamiento en el congreso, las amenazas, etc., muchos
opinan que la división es real y no tiene vuelta atrás, sin embargo, otros por
las pausas, salidas o acuerdos de último minuto, la falta de acciones jurídicas
contundentes, viajes conjuntos a Cuba, etc., afirman que se trata de una
estrategia muy bien elaborada para distraer el foco de atención en los
problemas reales de nuestro país. A pesar de que la economía hace aguas, parece
que este es un tema que solamente interesa a algunos analistas económicos y
algunos medios de comunicación, la mayoría están centrados en el empantanamiento
congresal sobre el cese de magistrados o la aprobación de créditos que hasta el
día de hoy parece no resolverse.
En medio de
esta tormenta el ex vicepresidente García Linera, parece darnos las claves para
conocer por dónde va la estrategia, de manera emocionada y contundente señalaba
que la solución a los problemas de división del MAS está en la posibilidad de
que el actual presidente del Senado Andrónico Rodríguez emerja como el
candidato de consenso de ambas facciones, inmediatamente varios sectores del
MAS se pronunciaron entusiastas sobre esa posibilidad y de paso vislumbraron la
oportunidad de habilitar a Evo Morales como compañero de fórmula a la
vicepresidencia.
Pocos días
después el propio García Linera señalaba que en la oposición veía a Manfred
Reyes Villa como el precandidato o candidato con mayores posibilidades de
aglutinar a toda la oposición o como el candidato más fuerte para enfrentar al
MAS, lo que sin duda revela lo que parece ser parte de la estrategia del MAS de
escoger de antemano al candidato opositor que representa menor peligro para los
intereses de reproducción en el poder del MAS.
Dadas estas
declaraciones reveladoras, todo indica que la división del MAS es una división
pactada y estratégica para distraer a la oposición, sin embargo, independiente
de que la división sea pactada o no, la oposición debe prepararse para
enfrentar a un MAS unido, y en vez de avocarse a presentar precandidatos y
anticipar inútilmente el debate electoral, lo que debería hacer, es dotarse de
un mecanismo serio de unidad electoral que permita elegir a los mejores
candidatos para enfrentar al MAS.
Actualmente
se puede observar que los precandidatos están empeñados en hacer conocer sus
planes y programas electorales, que probablemente de aquí a un año estén
totalmente rebasados por los acontecimientos y no tendrán ninguna novedad o
impacto para movilizar al electorado.
Parece que parte
de la estrategia de mostrar una aparente división del MAS, es el adelanto ex
profeso de los tiempos electorales, por esta razón el órgano electoral ha
diseñado un calendario en el que las primarias electorales al interior de los
partidos políticos se ha programado para un año antes de las elecciones
generales, lo que ha provocado un adelanto de los tiempos electorales, para que
surjan los pre candidatos, que permita a los estrategas del MAS tener el tiempo
suficiente para inhabilitar o depurar en el camino al candidato o candidatos
que podrían poner en peligro su estrategia de eternización en el poder, tal
como se hace en Nicaragua, Irán, Rusia o Venezuela.
Finalmente,
dentro de esa estrategia, se maneja la eventualidad de impulsar la candidatura
del binomio Andrónico Rodríguez como presidente y Evo Morales como
vicepresidente con el único fin de que una vez en el poder Rodríguez de un paso
al costado y Morales se convierta en presidente por sucesión constitucional, de
manera que una vez más se burle la voluntad popular.
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