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sábado, 28 de mayo de 2022

¿Cuál es el problema central del sistema judicial en Bolivia?


Por: Gustavo Blacutt Alcalá 

 En cerca de 200 años de vida independiente, nuestro país ha tenido 17 constituciones, con cuatro ideologías dominantes, la liberal, la social, la nacionalista revolucionaria y la indígena comunitaria. Sin embargo, ninguno de los gobiernos que se respaldaban en esas ideologías para reformar el sistema judicial ha podido resolver los problemas del sistema. Parecería más bien que con cada modificación que se efectúa, el problema se profundiza antes que resolverse. ¿Cómo podemos explicar este fenómeno? ¿Cuál es el factor común a todas las reformas, por el cual la crisis del sistema judicial no ha sido resuelta?

 Para abordar la crisis del sistema judicial es importante preguntarnos en principio ¿Cuál es el problema central del sistema judicial en Bolivia? de cómo respondamos a esta pregunta dependerán las soluciones más adecuadas para resolver esta dificultad.

 La reforma del sistema judicial incorporada en la constitución del 2009, parte de la premisa que el problema central de la justicia en Bolivia es la herencia colonial, Moisés Chivi Vargas señala “El debate constituyente en Bolivia permitió esclarecer que, gran parte de los problemas del Judicial, no son resultado de la buena o mala voluntad de los circunstancialmente “Operadores de Justicia”, sino que existe por encima de ellos, toda una cultura inquisitorial, aristocrática y monárquica, que sólo puede admitir una categoría de referencia política para su análisis: la colonialidad institucional... en 183 años de vida republicana y del sistema de justicia en Bolivia, al igual que la región no ha logrado emanciparse de la colonialidad persistente” Consecuencia de la anterior premisa se proponen tres líneas de acción: 1° descolonizar del derecho, 2° nacionalizar la justicia y 3° presentar a la Justicia Indígena Originario Campesino, con cualidades idealizadas y capacidades emancipadoras extraordinarias, que sirvan de guía o modelo de transformación de la justicia ordinaria.

Tomar al sistema colonial en conjunto, válido en cualquier tiempo y lugar, no permite distinguir los avances y conquistas jurídicas y sociales que se han ido dando desde la independencia de la república, hasta nuestros días. Reconocer los avances y conquistas legales, sociales y políticas, no implica negar que muchos prejuicios coloniales y parte de la mentalidad colonial aún perviven, sin embargo, los resabios coloniales se encuentran entremezclados con mentalidades y prejuicios capitalistas que le dan otros contenidos de valores morales, culturales, políticos y sociales tanto a los prejuicios como a las mentalidades “coloniales”. 

El problema central del sistema judicial en Bolivia se encuentra en el diseño de las estructuras del poder judicial que desde la creación de la república están orientadas a legalizar y legitimar el poder político de turno. La constitución del 2009 va más allá, porque su diseño está orientado a legalizar y legitimar al político de turno, tal como pudimos comprobar el 2019, cuando de estar totalmente alineados con el gobierno de Evo Morales, legalizaron y legitimaron el gobierno transitorio de Jeanine Añez y hoy nuevamente vuelcan todo su apoyo al gobierno de Luis Arce.

Resolver el problema central del sistema judicial en Bolivia, consiste, en diseñar una estructura orientada a defender y promover el Estado democrático de derecho, la seguridad jurídica, la independencia del poder judicial y de los operadores de justicia, fundada en los principios y valores de libertad individual e igualdad de todos ante la ley, para que el sistema judicial se enfoque en cumplir su único objetivo que es “la realización del ideal de justicia”

Corregir la crisis del sistema judicial, pasa inevitablemente por una reforma integral del sistema judicial desde sus bases, es decir, desde su concepción filosófica, pasando por las normas, procedimientos y aplicación de dicha reforma. Identificar el problema central nos abre el camino a una reforma integral, coherente y congruente con lo que se desea solucionar, no solamente de forma inmediata, si no a través del tiempo y no solo en una materia, si no en todas las materias del sistema.

(Este es el segundo artículo de un ciclo de escritos en el que expondremos una propuesta de reforma del sistema judicial)

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