El
comunicado del MAS es una total falta de ética y una muestra de cinismo llevado
a extremos. Podemos entender su rechazo a la misión de la OEA, sin embargo,
transformar el rechazo en una acusación de los muertos y todos los disturbios que
el propio MAS propició, no tiene ninguna otra explicación de la procacidad. Luego
de la renuncia de Evo Morales, somos testigos directos de cómo, gente
movilizada por el MAS, incendiaban puestos policiales, querían volar puentes y
bajaban desde el Alto al grito de “ahora sí, guerra civil”. Ojalá el Tribunal
Supremo Electoral, no dé cabida a semejante desfachatez y de forma
independiente y autónoma, invite tanto a la misión de observación de la OEA, de
la Unión Europea y de cualquier otro organismo serio e imparcial, para hacer la
observación de los comicios. También sería saludable, restituir la observación
electoral boliviana, que en el pasado dieron tan buenos resultados. La
observación local se destacaba por el número de observadores que se desplegaban
a lo largo y ancho del país, que de hecho centuplicaba al de los observadores
extranjeros, lo que les daba una mayor capacidad de observación y precisión en
sus resultados. Atte. Gustavo Blacutt Alcalá
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