En el Senado
de la república, los tres partidos políticos con representación parlamentaria se
han puesto de acuerdo para aprobar por 2/3 de votos la ley de convocatoria a
magistrados de los tribunales de justicia, que serán preseleccionados por la
asamblea legislativa para luego ser elegidos por voto popular.
Entre los
acuerdos que alcanzaron cabe destacar los tiempos ajustados del proceso de
preselección y sobre todo la participación de las universidades públicas y
privadas, los Colegios de Abogados y de Auditores o Contadores Públicos,
fundaciones y organizaciones civiles, empresariales, entre otras, que podrán
acreditar a representantes como veedores y fiscalizadores de la fase de
preselección.
Esta es una
nueva variante o nueva fórmula de preselección de candidatos a las
magistraturas de los tribunales de justicia que nos recuerda a aquellas fórmulas
de preselección que muchos proponentes de reformas del sistema judicial plantean,
las mismas que se resumen en la conformación de Comisiones llamadas de Alto
Nivel, de Postulaciones, o junta de selección, o Consejo de Notables, etc., comisiones que estarían conformadas
por las universidades, los Colegios de Abogados, Auditores, Contadores,
fundaciones y organizaciones civiles, empresariales, etc., como encargados del
proceso de preselección de postulantes a magistrados, entre los proponentes de este
sistema de preselección, podemos mencionar Comunidad Ciudadana, los Juristas
Independientes, el Movimiento Demócrata, Unidad Cívica Solidaridad, los
abogados Pedro Gareca, Francisco Borenstein Cuéllar, William Herrera Añez,
Carlos Hugo Molina Saucedo, etc.,
Si bien es
cierto que la participación de todas estas instituciones, como veedores y
fiscalizadores no es exactamente la misma que el de la conformación de
comisiones, sin embargo, los resultados que se obtengan de la preselección,
serán exactamente los mismos ya que la participación de los representantes de todas
estas instituciones como veedores y fiscalizadores, les permitirá velar por la
transparencia del proceso de preselección, que es en el fondo lo que plantean
con la conformación de las comisiones o consejos de notables o de alto nivel.
En la
historia de nuestro país hemos batidos todos los récords en utilizar distintas
fórmulas de preselección, elección, nombramiento, designación de funcionarios
judiciales, por lo que esta nueva fórmula, es una forma más, de las que podrán
ingresar en el libro de los récord guinness, pero que, no solucionará en
absoluto la dependencia de los jueces y magistrados al poder político, porque
el problema central de la dependencia no se encuentra en la fórmula de
preselección, elección, nombramiento, etc., si no en la preselección y/o
elección misma de los jueces por parte del poder político, por esta razón, mientras
el poder político o mientras alguien tenga el poder de preseleccionar y/o elegir
a alguien, siempre habrá una dependencia del preseleccionado y/o elegido
respeto de su preseleccionador y/o elector.
La fe ciega
en la incorporación de representantes de diferentes instituciones, ya sean como
veedores, fiscalizadores o como parte de esas famosas comisiones es errónea, ya
que dichos representantes tienen los mismos intereses personales o políticos
que los senadores o diputados, para que alguien afín a sus intereses sea
preseleccionado y/o elegido juez o magistrado. Por ello la única manera de
superar definitivamente la dependencia de los operadores de justicia frente al
poder político o económico es que nadie elija a nadie y los jueces accedan a
esos puestos mediante una carrera judicial limpia y transparente, que comience
desde los puestos más bajos y por mérito propio y demostrando idoneidad
profesional y sobre todo idoneidad moral lleguen a los más altos puestos de la
administración de justicia.
Si bien es
cierto que en el momento actual, por lo establecido en la Constitución Política
del Estado, no existe otra fórmula para intentar mejorar el proceso de
nombramiento de los magistrados, al mismo tiempo será una poderosa muestra de
lo que ocurriría si queremos resolver el problema de la dependencia y la
idoneidad de los jueces con la fórmula de las comisiones de postulaciones o de
notables, ya que demostrara en los hechos que estas comisiones no serán más un
pequeño parche o remedio en la fracasada fórmula de elegir a los jueces sea por
voto popular o por la fórmula que sea.
Quienes
intentan resolver el problema del sistema judicial de forma inmediata y
utilizando nuevas o las mismas fórmulas de preselección y elección, se mienten
a sí mismos y desde luego mienten a los demás, la solución del problema
judicial es a mediano y largo plazo y está íntimamente ligada a la política,
eso significa que la solución al problema del sistema judicial, es al mismo
tiempo solucionar el problema económico, político y social, significa solucionar
todo el andamiaje político legal que esta vigente en la Constitución Política
del Estado, cambiando todos los pilares indianistas, colectivistas,
comunitaristas que la sustentan, significa que no se puede solucionar el
problema judicial cambiando solamente unos cuantos artículos de la constitución
de manera aislada y peor si además de aisladas, son contradictorias.
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