¿Es posible la unidad de la oposición democrática? (Parte 2)

 


El pasado 12 de mayo, el ex alcalde de la ciudad de La Paz, Ronald MacLean denunciaba la firma de un acuerdo secreto entre CC, CREEMOS y Unidad Nacional en los Estados Unidos de América, aspecto que ha sido desmentido.

Por otra parte, el precandidato Dr. Jaime Soliz, ha hecho una convocatoria pública a varios lideres de partidos políticos a una reunión de unidad en el Hotel Presidente, de la ciudad de La Paz, que por las informaciones de prensa y del propio Dr. Soliz, a dicha convocatoria únicamente, dos agrupaciones ciudadanas habrían mandado sus representantes y el resto de invitados no habrían asistido a dicha convocatoria, por lo que una vez más la ansiada unidad de los opositores resultó en un fracaso.

El día martes 21 del mes en curso, los precandidatos a la presidencia del país, Carlos Börth, líder de AL – BUS, Agustín Zambrana, por el BUNKER, Amparo Ballivián, líder de APB y Vicente Cuellar líder de Cambio 25, han constituido un bloque de unidad de precandidatos (llamados emergentes) han suscrito un documento en el que se sientan las bases de una posible unidad, cuyo objetivo central es establecer un mecanismo de selección de una precandidatura única de los opositores emergentes, para ingresar a las primarias del Tribunal Electoral Plurinacional (TEP) junto a todos los precandidatos de los demás partidos políticos y en esas elecciones primarias del TEP, elegir al candidato único de la oposición para enfrentar al candidato o candidatos del MAS.

Sobre el mecanismo de selección del precandidato único de los emergentes, se debate dos alternativas, la primera que consistiría en elecciones primarias abiertas y la segunda consistiría en la realización de encuestas, de manera que el ganador de las primarias o de las encuestas sea el candidato de los emergentes que acceda a las primarias del TEP conjuntamente los precandidatos de los partidos con personería jurídica. Lo interesante de esta propuesta es que no deja fuera a nadie, ya que todos los candidatos emergentes que no tienen partido político podrían participar, el único requisito es comprometerse a respetar los resultados y apoyar al ganador.

Otro aspecto muy interesante de esta propuesta es que además de no dejar fuera de la contienda a ningún candidato emergente al mismo tiempo reconoce la importancia de los partidos políticos y las agrupaciones ciudadanas con personería jurídica, cuyos candidatos ingresarían directamente a las primarias cerradas oficiales que serán administradas por el TED de donde saldría oficialmente el candidato único, tanto de los emergentes como de los partidos políticos, para enfrentar al candidato del MAS.

Uno de los problemas que debe ser solucionado a la brevedad posible por los candidatos emergentes, es el apoyo público y decidido de al menos un partido político con personería a nivel nacional, para que esta propuesta sea viable, de lo contrario corren el riesgo de no acceder como precandidatos en las primarias del TEP, ni mucho menos como candidato en las elecciones generales, ya que la única forma de participar como candidatos en las primarias y las elecciones generales es a través de un partido político con personería jurídica a nivel nacional

Los candidatos emergentes, deberían también dirigir su atención a los temas legales de la ley electoral como, por ejemplo, una mayor apertura en el control electoral, recuento manual de votos en casos de denuncias de fraude, un voto un ciudadano, prohibición de propaganda gubernamental e institucional 6 meses antes de las elecciones, prohibición de inhabilitación de candidatos por revelación de encuestas, reposición de la transmisión de resultados electorales preliminares, prohibición de inhabilitaciones que de acuerdo a ley pueden hacerse hasta 15 días antes de las elecciones. Conociendo el grado de dependencia de los órganos de justicia en nuestro país, no sería nada raro que al candidato único de la oposición se lo inhabilite cuando ya no haya ninguna oportunidad de reemplazarlo y todo este esfuerzo sea vea anulado mediante alguna inhabilitación, como sucedió en el Beni, en las elecciones del 2015.

Un tema que no debería frenar una posible unidad de la oposición democrática, es el tema ideológico o programático, lo que significa que no deberían consensuar un programa mínimo, porque un programa mínimo significa renunciar a un programa que se diferencie nítidamente de los planteamientos del MAS. Lo correcto es que sean los electores los que a tiempo de elegir al candidato ganador implícitamente se entienda que eligen también su programa de gobierno.

 

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