Por cómo se
equivoca el gobierno de Luis Arce, parecería que al interior del propio
gobierno existe una quinta columna que sabotea deliberadamente las acciones del
gobierno. (quinta columna: persona o personas desleales, traicioneras que
trabajan en favor del enemigo)
Uno de estos
ejemplos de deslealtad la encontramos en el decreto supremo 5143 de
“modernización de derechos reales” que acaba de ser derogado por el gobierno y
que es una muestra palpable de que alguien o de que algunos funcionarios, permitieron
exprofesamente que Luis Arce dicte un decreto supremo ilegal en un tema
demasiado sensible para cualquier sociedad moderna, como es el tema del
registro de inmuebles, que son parte del derecho a la propiedad de las personas
de una manera sorpresiva y sin ninguna socialización, que ha llevado a una
enorme movilización social que tenía todos los tintes de extenderse y
profundizarse con un discurso que en muchos casos estaba cargado de medias
verdades y sobre todo que apelaba al miedo y a los peligros reales o ficticios
de instrumentalización por parte del gobierno de los datos de derechos reales
con intenciones poco claras por parte del gobierno.
Es bastante
sospechoso que los asesores del presidente no le advirtieran que no podía
reglamentarse la ley de derechos reales mediante un decreto supremo, en virtud
de que la ley 025, Ley de organización judicial de 2010 en su disposición
transitoria séptima textualmente señala
que “El Registro Público de Derechos Reales y las Notarías de Fe Pública,
continuarán en sus funciones sujetos a las normas anteriores a la presente ley,
en tanto no se defina su situación jurídica mediante una Ley especial que
regule tales institutos jurídicos” esto significa que la ley de 1887 de
inscripción de derechos reales y el Decreto Supremo Nº 27957, siguen vigentes y
que únicamente pueden ser reemplazados mediante una ley especial, por tanto el decreto
5143 era a todas luces ilegal.
Otro ejemplo
que ilustra la posible existencia de una quinta columna, es haber dejado
explícitamente patente que el entorpecimiento a la realización de las elecciones
judiciales mediante la paralización del tratamiento de la ley de convocatoria a
dichas elecciones, es obra del gobierno.
Otra acción
que permite pensar en esa quinta columna es la estrategia de la auto prorroga
de los magistrados, que no tiene ninguna explicación lógica, seguramente todos
dirán que los auto prorrogados son el brazo jurídico que el gobierno requiere
para aprobar posibles ilegalidades, sin embargo, el gobierno no necesita de
este tipo de magistrados auto prorrogados inconstitucionalmente, sin ninguna
legalidad ni legitimidad, ya que tal cual está diseñado el órgano judicial en
al Constitución Política del Estado, cualquier tribunal preseleccionado y
elegido en las urnas va responder a ese diseño constitucional, diseño que está orientado a legalizar y legitimar al político
de turno, es decir cualquier requerimiento del gobierno de Luis Arce a los
magistrados en materia judicial o constitucional será satisfecho de acuerdo a
la voluntad del gobierno, basta recordar lo que pasaba con Evo Morales, donde
el Tribunal Constitucional se dio el lujo de declarar el derecho humano de
Morales a la reelección indefinida por encima de la voluntad del pueblo
boliviano que rechazó la modificación del artículo 168 de la Constitución, que
impide la re elección por más de dos periodos ya sean consecutivos o
discontinuos. En el gobierno de Jeanine Añez, ese mismo tribunal constitucional
declaraba la constitucionalidad de todos los actos de ese gobierno. Lo mismo
ocurre actualmente, el tribunal del Beni en un obiter dicta, ha declarado que
la constitución solamente admite una reelección ya sea de manera continua o
discontinua, en una franca y abierta referencia a Evo Morales en un caso que no
tenía absolutamente nada que ver con el tema de la reelección.
Parece que el
presidente Arce hasta ahora no ha caído en cuenta que el apoyo a los auto
prorrogados y ese constante entorpecimiento del proceso de preselección de
candidatos para las elecciones judiciales, le está haciendo un enorme daño a su
gobierno
El gobierno tiene
que darse cuenta, de que la única forma de superar su enorme debilidad política
e institucional, solamente lo pueda lograr con mayor institucionalidad, mayor democracia,
dialogo sincero con todos los actores políticos y un poderoso golpe de timón
para enderezar el rumbo del Estado.
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